BHAGAVAD GITA

Destrucción de la familia
adharmabhibhavat kishsna, pradusyanti kula-estriyah estrisu dustasu varsneya, yayate varna-shankarah
¡Oh Krishna! Cuándo la irreligión es prominente en la familia, las mujeres de la familia se corrompen, y de la degradación del género femenino se origina la prole no deseada, ¡oh descendiente de Vrishni! 1.40

Actitud de entrega del discípulo

karpanya-dosopahata-suabhavah,
pricchami tuam dharma sammudha chetah
yac chreyah syan niscitam bruhi tan me,
sisyas te ham sadhi mam tuam prapannam

Ahora estoy confundido acerca de mi deber y he perdido toda compostura a causa de mi flaqueza, en esta condición te pido que me digas claramente lo que es mejor para mí. Ahora soy Tu discípulo y una alma rendida a Ti por favor instrúyeme. 2.7

No te Lamentes
sri bhagavan uvaca
asochyan anvasochas tuam,
praguia-vadams cha bhasase
gatasun agatasums cha, nanusochanti panditah
La suprema personalidad de dios dijo: al hablar palabras doctas te lamentas por lo que no es digno de lamentación, aquellos que son sabios no se lamentan ni por los vivos ni por los muertos. 2.11

El alma y Krishna eternamente diferentes
na tu evaham jatu nasam, na tuam neme
janadhipah na chaiva na bhavisyamah,
sarve vayam atah param
Jamás hubo un tiempo en que yo no existiese ni tú, ni todos estos reyes; ni en el futuro ninguno de nosotros dejará de existir. 2.12

Reencarnación

dehino smin yatha dehe, kaumaram yauvanam jara
tatha dehantara-praptir, dhiras tatra na muhyati

Así como en este cuerpo el alma corporificada contínuamente pasa de la niñez a la juventud y luego a la vejez, en forma similar, en el momento de la muerte, el alma pasa a otro cuerpo, el alma autorrealizada no se confunde por tal cambio. 2.13
Dualidad
matra sparsas tu kaunteya, sitosna sukha
duhkha-dah agamapayino nityas,
tams titiksasua bharata
¡Oh hijo de Kunti! La aparición temporal de la felicidad y la aflicción y su desaparición a su debido tiempo, son como la aparición y desaparición de las estaciones del invierno y el verano, surgen de la percepción proveniente de los sentidos y uno debe aprender a tolerarlas sin disturbarse, ¡oh vástago de bharata! 2.14

Alma
avinasi tu tad viddhi, yena sarvam idam tatam
vinasam avyaysyasya, na kascit kartum arhati
Sabed que aquello que penetra todo el cuerpo es indestructible. Nadie puede destruir el alma imperecedera. 2.17

Luchar por la realización más elevada
antavanta ime deha, nityasyoktah saririnah
anasino prameyasya, tasmad yudhyasua bharata
El cuerpo material de la entidad viviente eterna, indestructible e inconmensurable, tiene un final con toda certeza; por lo tanto, lucha, ¡oh descendiente de bharata! 2.18

Alma
na jayate mriryate va kadacin, nayam bhutua bhavitava na bhuyah ajo nityah sasuato yam purano, na hanyate hanyamane sarire
Nunca hay nacimiento ni muerte para el alma. Ni habiendo sido una vez, deja de ser jamás. El alma es innaciente, eterna, siempre existente, inmortal y primordial. No se le mata cuando se mata el cuerpo. 2.20

Reencarnación

vasamsi jirnani yatha vihaya, mnavani grhnati naro parani tatha sarirani vihaya jirnany, anyani samyati navani dehi
Tal como una persona se pone nuevas vestiduras desechando las viejas, en forma similar, el alma acepta nuevos cuerpos materiales, abandonando los viejos e inútiles. 2.22

Alma
nainam chindanti sastrani, nainam dahati pavakah
na cainam kledayanty apo, na sosayati marutah
Al alma nunca se le puede cortar en pedazos con ninguna arma, ni puede quemarla el fuego, ni humedecerla el agua, ni marchitarla el viento. 2.23

acchedyo yam adahyo yam, akledyo sosya eva cha nityah sarva-gatah sthanur, acalo yam sanatanah

Esta alma individual es irrompible e insoluble; y no se le puede quemar ni secar. Es sempiterna, omnipenetrante, inmutable, inmóvil y eternamente la misma. 2.24
Reencarnación. No se lamenten
jatasya hi dhruvo mrityur, dhruvam janma mritasya cha tasmad apariharye rthe, na tuam socitum arhasi
Para el que nace, la muerte es segura; y para el que ha muerto, el nacimiento es seguro, por lo tanto, no debes lamentarte en el inevitable desempeño de tu deber. 2.27